Con sincio de viajar...

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Empezamos en Cantabria... ¿Dónde terminaremos?

jueves, 21 de junio de 2012

Puente Viesgo

Puente Viesgo es un pueblecito situado en la comarca de Pas-Miera y es atravesado por el río Pas. Ya de por sí es encantador, pero además, en él podemos encontrar varias cuevas y el famoso balneario. No podíamos perdernos nada de esto.

Las cuevas las visitamos acompañados de tres amigos: Clara, Jesús y Alonso. Clara fue la encargada de llamar por teléfono a las cuevas para poder visitarlas, porque controlan el número de personas que entran en las cuevas para mantenerlas bien conservadas, ya que necesitan una temperatura y condiciones de humedad concretas. Poder acceder a las mismas nos costará 3€ por persona y cueva, y nos harán una visita guiada.

Nuestra primera parada fue la Cueva de las Monedas, la que se encuentra a más altitud de las dos, y a la que hay que acceder tras un paseo de unos 600 metros por un camino de gravilla. Lo primero que notamos al entrar en la cueva es el gran cambio de temperatura, éstas están a unos 13º según nos explicaron. Anteriormente esta misma cueva llevaba el nombre de "la Cueva de los Osos" porque cuando la descubrieron estaba llena de esqueletos de osos que se habían metido a invernar y que nunca habían salido. Más tarde se le cambió el nombre porque se encontraron unas monedas y restos del saquito que las portaba. En el siglo XV se difundió el rumor de que dentro de las cuevas había tesoros escondidos, y se piensa que una persona que buscaba uno de estos tesoros perdió las monedas al bajar por un túnel interno de 20 metros de profundidad. Discutiéndolo entre nosotros, llegamos a la conclusión de que esta teoría es un poco rara, somos más del pensamiento de que el hombre entró a esconder las monedas y nunca volvió a por ellas. Te recorre un escalofrío cuando piensas que allí hubo personas de verdad paseando hace tantos años. Esta cueva no tiene una gran cantidad de pinturas, aunque las que tiene se ven con mucha claridad y están concentradas en una única zona. Pero, sin duda, lo que más destaca de la cueva son sus yacimientos geológicos: estalactitas, estalagmitas, discos, columnas, terrazas colgadas y coladas de colores, que se deben a la gran variedad de minerales de las rocas. No pudimos ver el final de la galería porque había muchas formaciones geológicas que impedían el paso y en su día decidieron no seguir destruyendo para hacer el camino, a pesar de que al final se encuentra la sala más especial, en la que hay formaciones de cristales que, según nos han dicho, hacen unas formas realmente sorprendentes, como las que se pueden ver en la Cueva del Soplao.

Entrada a la Cueva de las Monedas

Después de visitar Las Monedas bajamos a la Cueva del Castillo, que no nos sorprendió tanto por todo lo que nos gustó la anterior. El Castillo, descubierta por Hermilio Alcalde del Río a principios del siglo XX, tiene en su entrada un gran foso de unos 20 metros en el que se encuentran sedimentos de muchas etapas históricas. Se recorren casi 275 metros, aunque nosotros no pudimos ver la última sala por razones de conservación. Durante todos ellos se reparten un gran número de representaciones del Paleolítico, tanto animales como símbolos y manos en negativo. En la visita se van bajando escalones y haciendo paradas en las pinturas más representativas.

Entrada a la Cueva del Castillo

La principal diferencia entre ambas cuevas son las formaciones geológicas y las pinturas, las primeras mucho más presentes en Las Monedas, y las segundas en el Castillo. Merece la pena visitar ambas cuevas, el precio es muy bajo y las visitas muy completas, con unos guías que se hacen entender a la perfección y que hacen que sea muy agradable.

Después de comer con nuestros amigos, les dejamos para ir al Balneario de Puente Viesgo. Teníamos un 2x1 que nos habían dado en una carrera por el cáncer que se celebró en los Corrales de Buelna, por lo que por sólo 36€ disfrutamos de un maravilloso circuito en el Templo del Agua. Desde que llegamos el trato fue maravilloso, y nos explicaron todas las instalaciones pausadamente y nos dieron consejos sobre su utilización. El circuito es muy amplio, puedes repetirlo las veces que quieras y no hace falta que sigas un orden específico. A nosotros lo que más nos gustó fue el jacuzzi exterior, en el que se notaba muchísimo el cambio de temperatura porque ese día hacía fresquito. También nos encantaron los volcanes y las tumbonas de chorros. Además, está genial que hay diferentes tipos de saunas, que, sin duda, ponen el punto y final a un rato de relax acuático.

Templo del agua

Esta entrada es un poco diferente a las demás porque no hemos incluido fotografías nuestras, ya que dentro de las cuevas está prohibido hacer fotos y en el balneario os podéis imaginar que también.

Para terminar, os dejamos unos enlaces interesantes por si queréis seguir informándoos:

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