Teníamos ya sincio de viajar y aún más de dirigirnos a este destino. Potes es uno de los pueblos más famosos y transitados de Cantabria, y está situado justo en el centro de la comarca de Liébana. Toda la zona es impresionante, es entrar y darte cuenta de por qué el norte es tan maravilloso, ese tono verde que tiñe todas las montañas hace que sea mágico. Pero llegar hasta nuestro destino resultó mucho más bonito aún, ya que para ello hay que atravesar el desfiladero de la Hermida, que para el conductor puede convertirse en un trayecto muy divertido o en toda una pesadilla, depende de como se mire, pero para el copiloto es sin duda un reclamo para sus ojos, a no ser que padezca de mareos.
Una vez en Potes, lo primero de lo que te das cuenta es de todo el tránsito de personas y coches que hay, encontrar sitio para aparcar se puede convertir en toda una hazaña, y como nosotros no tenemos suficiente paciencia, decidimos parar primero en otro sitio, un mirador cerca del monasterio de Santo Toribio para hacernos una foto con Potes a nuestras espaldas y visitar la iglesia.
Mirador cerca del monasterio de Santo Toribio |
Puerta del monasterio de Santo Toribio |
Tras esto, preguntamos a un lugareño como llegar hasta la cruz de La Viorna, una cruz que se puede ver a lo alto de las montañas que rodean el lugar y que el hermano de Laura nos recomendó visitar. Tras unas indicaciones muy precisas volvimos a coger el coche y recorrimos las curvas carreteras hasta encontrar Maredes, el pueblo desde el que salía la ruta que debíamos tomar, no sin antes perdernos.
Hay dos formas de hacer este recorrido: el camino largo, de unos 2 km y que es una pista por la que pueden transitar coches preparados para la montaña y que lleva casi hasta la cima; o uno más corto de poco más de 1 km que te lleva por sendas muy estrechas bordeando la montaña por plena naturaleza. Decidimos coger la segunda, en la que no solo nos encontramos vegetación sino una pendiente de ¿cuánto? ¿quizá un 30%? más que 1km pareció que hiciéramos 4, y tras varias quejas injustificadas y acordarnos de la persona que nos recomendó la senda conseguimos llegar a la dichosa cruz.
Senda hacia la cruz |
La cruz que desde Potes parecía enana resultó ser una gran estructura de hormigón ¡PINTADA DE BLANCO Y CON LEDS! que no nos dejó indiferentes.
Cruz de La Viorna |
La verdad es que no tuvimos demasiada suerte, ya que el cielo nublado nos impidió disfrutar de lo que podían haber sido unas vistas increíbles.
Potes desde La Viorna |
Tras bajar nuestro kilometro y con una pequeña caída de por medio - no diremos de quién - bajamos a nuestro destino real, Potes. Esta vez tuvimos una suerte que no nos merecíamos y encontramos sitio prácticamente sin dar 3 vueltas, y debido a nuestro "gran esfuerzo" nuestras ganas de comer eran tantas que decidimos parar en un restaurante antes de continuar con nuestra visita.
Sinceramente, no comimos bien. Nos decantamos por un menú del día, ambos comimos fabada de primero (sólo diremos que hasta la de bote es más rica) y de segundo Laura pidió un filete a la plancha y Jorge unos escalopines al queso de Tresviso... de la carne sólo se puede decir que le correspondía vivir en el cubo de la basura desde hace, al menos, tres días. El postre no fue demasiado mejor... una tarta de queso asquerosa (nunca habíamos probado una tarta de queso mala) y otra de orujo que... se salvaba por poco.
Con las tripas llenas y la cartera triste porque habíamos tirado el dinero, dimos un paseo por las calles empedradas de Potes, que discurren en las orillas del Río Deva. El núcleo urbano de Potes tiene muchos edificios constuidos durante los siglos XVII y XVIII, pero la construcción que más destaca es la Torre del Infantado, de la baja Edad Media.
Torre del Infantado |
En las callejuelas de Potes hay un montón de pequeñas tiendas en las que se pueden comprar artículos artesanos y típicos de la zona: desde bastones de madera hasta chocolate u orujo, pasando por albarcas, ropa, cestos, imanes para la nevera y un sin fin de souvenirs diferentes.
Tiendas de Potes |
Aquí tenéis un par de fotos en las que podéis ver cómo el río pasa por el centro del pueblo. Es todo un placer tomarse un café (o un buen orujo típico de Potes) mientras disfrutas del sonido del río al bajar.
Río Deva y el puente |
El mismo puente, desde el otro lado |
Que bonito :)
ResponderEliminarPor cierto, tengo un nuevo proyecto de blog. Creo q va a molar. Pero se estrenará dentro de unos meses
A si??? estaremos pendientes para leerlo!! ya sabes q somos seguidores de los que ya tienes ^^ Nosotros también tenemos uno en mente :P de hecho está ya creado falta publicarlo ^^
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