Estamos en mi casita de la sierra de Madrid, y viendo el mal tiempo que hacía, hemos decidido ir a San Lorenzo del Escorial para ver el Monasterio, una visita obligada.
La primera reacción al verlo ha sido la sorpresa, es una estructura realmente grande realizada por el arquitecto Juan de Herrera. Destacaré la cúpula, que desde fuera llama poderosamente la atención. A mi personalmente me parece un poco basta y excesivamente grande, pero tiene su encanto.
En la entrada nos llevamos nuestra primera sorpresa: la entrada cuesta 10€. Por lo menos con el carnet de estudiante reducen el precio a 5€. La primera impresión fue bastante mala, la chica que estaba en la taquilla no nos explicó lo que íbamos a ver ni por donde se entraba, era un poco borde. También echamos de menos algún folleto informativo. Recorriendo los laberínticos pasillos del monasterio llegamos a una exposición de tapices y, probablemente, al mejor cuadro que vimos: El Martirio de San Mauricio, de El Greco. Después entramos en la zona de arquitectura, donde encontramos muchos planos de la época y herramientas con las que construyeron el monasterio. De esta parte del monasterio diré que está muy poco cuidada, la disposición es aburrida, y hay poca información sobre lo que muestran. Nos llamó la atención una maqueta del edificio, que es realmente increíble. Después llegamos a la zona de pintura flamenca, donde nos encontramos con una gran exposición de pinturas, algunas mejores que otras. El gran descubrimiento, sin duda, la cantidad de obras de Michel Coxcie, artista del que no habíamos oído hablar demasiado pero que nos ha encantado. A continuación llegamos a una zona impresionante: el capitolio. Todo está hecho con mármol y la verdad es que está muy bien cuidado. Recorrimos algunas salas más con cuadros hasta que llegamos a una con todos los techos pintados, y con una genial luz cenital que llama muchísimo la atención por la oscuridad general del monasterio. Las últimas partes que visitamos fueron las mejores, encontramos una escalera con todo el techo pintado que nos dejó totalmente impresionados, y más adelante llegamos a la iglesia. En ella, hay un retablo muy bonito y todo lo arquitectónico es realmente increíble.Tiene una cúpula que llama la atención y una bóveda plana que vimos explicada en la parte de arquitectura, pero que si no llegamos a fijarnos no la hubiésemos visto porque nos estaba indicada.
Por fin, y después de una visita bastante larga salimos algo decepcionados. En síntesis podemos decir que hay partes del monasterio, sobre todo las de las exposiciones (tapices, arquitectura y pinturas), que están bastante descuidadas, otras están poco iluminadas, sucias, o incluso rotas y además, hay poca información sobre lo que se está viendo. Aunque el precio para la visita nos parece muy alto para lo cuidado que está, merece la pena visitarlo por lo imponente y majestuoso del monasterio.
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